Me envían un comentario de
Germán Machado acerca de mi discurso de apertura del reciente Foro que hicimos
en el Chaco.
Me veo, entonces, lamentablemente forzado a clarificar lo
que dije y sobre todo lo que NO dije.
En el contexto de referirme a la escuela argentina de los
últimos 40 años, que en los últimos 10 año ha crecido muchísimo en términos
cuantitativos pero a costa de la calidad de la educación, sostuve que:
a) "La sociedad argentina está siendo sometida a un implacable bombardeo de mentiras, desinformación y siembra de odio y resentimiento".
a) "La sociedad argentina está siendo sometida a un implacable bombardeo de mentiras, desinformación y siembra de odio y resentimiento".
b) que en ese marco "el universo de la
lectura, en particular, está cada vez más condicionado por el mercado
editorial, que ve a los maestros, bibliotecarios y alumnos no como lectores
sino como consumidores."
c) que "la
tarea de esta hora es elevar el nivel de nuestra exigencia (...) Lo verdaderamente
esencial de una política de lectura no es solamente convencer a una sociedad
para que lea, ni es lograr índices de lectoría masivos. Siendo todo eso importante,
lo verdaderamente significativo es formar a esa sociedad para que lea textos
de calidad, que son los únicos que garantizan una buena calidad educativa.
Es necesario y es urgente que nos apartemos de las modas y las imposiciones del
mercado, y retornemos a la Gran Literatura". RETORNAR, dije, subrayando
así que al menos en las escuelas argentinas, y salvo raras excepciones, desde
hace tiempo se prescinde de leer a los clásicos.
d) que "recuperar
la lectura de los clásicos es un imperativo. Los clásicos universales, digo, y
los de la literatura argentina y latinoamericana. Ahí está todo. De veras,
queridas maestras y maestros, ahí en los clásicos está todo". TOTALIDAD
que obviamente —y como entiende cualquier lectura inteligente y de buena leche—,
NO pretendió ni pretende ser una nueva verdad universal ni mucho menos anular
lo mejor de la producción contemporánea.
"e) que "menos
moda y más clásicos, por favor. Menos "novedades" y más lecturas
de calidad probada. Que la experimentación está muy bien, claro, pero no a
costa de la educación de nuestros 17 millones de chicos y chicas en edad
escolar".
Esto fue lo que dije y
sostengo.
No cabe deducir de esas
palabras una idea tan absurda como "hay que leer solamente clásicos porque
no hay nada en los contemporáneos". Jamás dijé ni pensé semejante cosa.
Muchas gracias.
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